Mi luna acaricia el contorno de mis senos
Su cincelador recorre en silencio sus bordes,
Un acorde de bemoles me eleva y plenos
dan el concierto esperado: Su roce
Solo el sonido del auge de la fiesta,
del momento que conjuga el fuego,
del instante que no me añeja,
del segundo en que confundo
a dios con mi tierra.
Mi luna está dentro de mi río.
ahora navega porque la dejo,
es lo más preciado que tengo,
su cincelador se encargó del barco,
ahora no es ajena, es mi luna y su siesta.