Creo que estoy loco, loco.
Ella era mi cordura, mi soga, cuerda.
Creo que si no la vuelvo a ver mi alma se quebranta.
Aún me recuerdo tras su rastro.
Recogiendo como un méndigo la vida que desprende.
Creo que si no vuelve mis ojos pierden su facultad.
Creo descreencias, me duelen las mariposas.
No hay un bosque tan grande para lo que alberga éste vientre.
Ella era como la noche cuando salen todas las estrellas, el río corre, los grillos cantan.
Solo que ella era un amanecer, una tarde y un par de ojos dorados ceñidos en obscuridad café.
Creo que te amo y estoy seguro de todo lo que creo menos de esto ultimo.
Puesto que el amor es como un arte, creo.
Y lo que yo siento por ti es un lienzo blanco, interminable, que fabrica lo que quiera con solo imaginarlo.