Siento un dolor agudo y hondo
en este corazón que canta y lucha;
es el dolor del universo ahora
que me hiere como una puñalada.
Corre la sangre por mis duras venas
como corre la otra por los campos
de un planeta sepultado ha mucho
bajo un odio homicida y contumaz.
El océano del tiempo en sus mareas
barrerá los residuos de la playa,
pero libres los hombres seguirán
hundiendo contra el duro pavimento
sus sangrientos cuchillos oxidados.
De una parte, un poder envilecido
protegiendo tenebrosos fratricidas;
de la otra, el populacho deshonrado,
que ignora sus derechos y deberes
embebido en comunes desatinos
mientras cruza indolente por la vida.