Un taller
donde construyes mis sueños
y yo los tuyos.
Un lienzo
donde delineas mis formas
y llenas de color el día.
Una estación,
un andén
donde se deshace la espera.
Un obrador
donde fermenta la vida
y crece el amor.
Un altar de alianza
donde reposan las palabras,
blandas como almohadas.
Pero no tiene misa,
ni pan nuestro de cada día,
ni timetable,
ni fecha de proyecto:
Mi cama
tan mía siempre
tan nunca nuestra...