Dos apuestos caballeros
se disputan a una dama
Don Álvaro de Bembibre
Don Pedro conde de fama.
Beatriz se llama ella
hija del conde de Arganza
ojos y cabellos negros,
una mujer con templanza.
Cuitada esta Beatriz
por la ambición de su padre
que desea desposarla
y alejarla de su madre.
A Don Pedro ha rechazado
por el amor de otro hombre
Don Álvaro de Bembibre
un hidalgo de renombre.
Las campanas del convento
tañen con melancolía
han llevado a Beatriz
en presencia de su tía
Despechada en un abismo
con voz trémula, cansada
embebecida en su dicha
Don Álvaro la visitaba
El señor se ha despedido
alejándose del Bierzo
atrás se queda su amada
enferma y triste en el lecho.
Tras guerras de religiones
a Beatriz ha llegado
la noticia de la muerte
de Don Álvaro su amado.
Desdichas y turbulencias
suceden a disensiones
desposarse con Don Pedro
son ahora obligaciones.
Llegó el caballero negro
para alegrar a la dama
es Don Álvaro ¡está vivo!
el alegrará su alma.
A la muerte de Don Pedro
ella en su lecho de muerte
ha podido desposarse
con quien fue su amor de siempre.
J. Piñeiro