Hoy,
que los kilómetros de distancia
duelen,
y que tu mirada perdida entre el bosque
me busca a cada instante,
que los recuerdos de tus carcajadas
logran que sonría,
Hoy,
te tengo en mi pupila,
y hablo con tus nietos,
ellos te buscan,
ellos te llaman,
te hablan, te saludan,
te hacen feliz...
lo sé, escuchar sus vocesitas,
te hace feliz,
por fín, imagino tu gran sonrisa,
y claro, esas lágrimas,
que ahora, son de felicidad,
y luego ese dolor en tu mirada,
esta distancia...
Hoy,
te abrazo, te beso,
te amo,
como siempre,
y más, al pensarte
con tu cabello castaño,
aún joven,
pidiendo a Dios,
que me regale tu presencia
y que pronto,
nos reúna,
en esos abrazos interminables,
y ahora,
con tus nietos...
que añoran tu presencia,
seremos felices, más que nunca!!!.