Llevo muchos sueños amándote...
Soñé tus besos...
soñé, cada una de tus palabras
y arrullada en tus brazos.
En el sueño fui tu mujer,
se quedó el aroma de tu piel
en mis dedos,
y el perfume de tu pelo en mis pechos
donde felizmente te quedaste
y te acomodaste en mi piel,
para tenernos toda la noche...
¿Dormiste conmigo?
¡Qué fue eso!
Me llené de ti
...de tu esencia, de tu hombría,
de quien tú eres, ¡Mío!
cuando estás conmigo,
fuego, amor y pasión,
eran mis ansias de tenerte,
de poseerte...
de obligar el tiempo a detenerse
para amanecer contigo.
En el sueño tú eras mi dueño
y disfrutaba de la miel de tus besos
y escuché “tus te quiero”
Eres así; ¡Tan mío! ¡Tan para mí!
yo tan para ti, que importa
si era un sueño. ¡Eras de mí y para mí!
entre la razón y la sinrazón que importa,
eras conmigo, yo contigo, de los dos,
éramos fuego y pasión,
verso y poesía,
rima y prosa.
Fuiste tan mío y yo tan tuya,
...en un maravilloso sueño.
La verdad es qué eres
...mi eterno sueño de amor.
¡Sabes! ¡No sólo te soñé anoche!
¡Llevo muchos sueños amándote!
te he soñado toda la vida...
desde antes de conocerte
ya te amaba... ya eras mío,
ya sabía qué eras para mí y yo para ti...
me lo dicen mis sueños y lo dice Dios,
eres mi bendición y mi sueño de AMOR...
¡Te Amo, mío!... toda mi vida te voy amar...
Alicia Pérez Hernández. México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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