andrea barbaranelli

Comienzos

Al comienzo el asombro de las manos

delante de mis ojos movimiento

fuera de mí. Sobre mi cara el viento

entregándome a los aún lejanos

albures del tiempo. ¿O ya cercanos,

ya en mi reflejo? ¿Empaña ya mi aliento

el azogado espejo en que me miento

a mí mismo con mis rasgos humanos?

Acabo de nacer en mi mirada.

Soy dos manos y un cuerpo reflejado.

Soy dos ojos mirándose en dos ojos

asustados por ser otros: antojos

de esta cara del espejo: nada

más que un futuro cuerpo acribillado.