No vamos a pensar en el futuro
si el pasado está aún sin explicar,
No vamos a olvidar cuentas pendientes,
si no ha quedado claro quién las tiene que pagar.
Es fácil levantar vuelo rasante,
sin pensar las consecuencias que vendrán.
Algún día tu futuro ira en picada
y el mío estará por despegar.
Pero no guardo rencores desgastados.
Si a mitad de camino se gesta la venganza,
la ira te ciega, no deja pensar.
no deja vivir, y mucho menos amar.
Al final, las viejas cuentas las cobra la vida,
con intereses imposibles de pagar
amén de perder hasta lo más querido,
si es que algo querido has podido salvar.
Por eso, no es posible pensar en el futuro,
cada quien debe encontrar primero su lugar;
y mañana, cuando ya sepas quien eres,
si me necesitas, me puedes buscar.
Frank Calle (14/mayo/2019)