Classman

ESCUCHANDO AL CORAZON

 

Radiante y celestial princesa,

en un sueño adormecida,

eres pasión que no cesa,

llenas de ilusión mi vida.

 

En los momentos de ausencia,

pienso que estás a mi lado,

me imagino en tu presencia,

y me siento a ti aferrado.

 

Escucho a mi corazón,

mi dulce dama añorada,

el mostrará su razón,

para entregarse a quien ama.

 

Esa razón que argumenta,

es motivo suficiente,

para lograr lo que intenta,

un amor, que sea ardiente.

 

Ahora he encontrado el amor,

que tanto tiempo he anhelado,

no habrá por fin desamor,

si tú sigues a mi lado.

 

                                                J. Piñeiro