Mi poema era tú; Hasta
la prosa, que pena hoy no
eres verso ni una flace de
amor, porque ya está en el
olvidó porque tú mismo no
me llamas, ni un escrito tuyo
recibo de ti; Yo cuantas noche
me desvele hasta en lo sueño,
que tenía era de amor, que
tristeza me daba al no tener
un contenido tuyo, y me inspiro
pero en ti ni de cariño.