Esas noches sombrías y lejanas
me recuerdan las naves de los templos;
solitarias y llenas de misterios,
como tumbas, tan frías y calladas.
En altares de mármol de Carrara,
van buscando las almas su consuelo,
sin pensar que su \"Dios\" es sordo y ciego,
o le aburren las quejas rutinarias.
La esperanza se cuelga en sus cortinas
esperando la gracia del \"Bendito\",
mas los llantos por siempre los archiva
donde duermen el sueño del olvido;
mientras falsos profetas multiplican
las ganancias por diezmos obtenidos.
Autor: Aníbal Rodríguez.