Breves y pasajeros somos,
vacíos por dentro, fingiendo ser felices,
justificamos con argumentos,
corazones endurecidos
y rotos por la vida,
sin disfrutar la existencia,
sin encontrar una salida.
Acostumbrados al dolor,
como si nacimos para eso,
por fuera sonriendo,
y por dentro siendo presos,
presos del pasado,
con cadenas atadas,
el futuro se ve gris,
y el presente como nada.
El mundo pasa y sus deseos,
vanidades van y vienen,
ya no importa lo que hay dentro,
rebuscamos la esperanza,
perdida entre espinos,
y el desierto nos aclama,
en el silencio que vivimos