¿A dónde se ha ido tu poesía, oh poeta?
¿En dónde escondes esas letras,
Delicadas y directas,
Que enamoraban a las parejas?
¿Acaso tu musa,
Bella e indiferente,
Dejó de estar en tu corazón
Y en tu mente?
No, corazón,
Dijo el poeta,
Ella siempre estará aquí,
Pero me duele su ausencia.
En esa separación inevitable,
Se encuentran mis palabras,
Y en cada metro lejos de mí,
Mi escritura se desplaza.
La poesía nunca muere,
Pero cuando el amor, la pasión y el deseo
Se enlazan en dos cuerpos,
Si uno falta, ¿qué le queda al otro?
El poeta muerto sigue vivo,
Vive en silencio,
Escribe en el olvido,
Y esa poesía, solo el viento la disfruta.