Me tope una tarde de primavera
al observar el atardecer
a una chica única.
La contemple como
sino hubiera amanecer.
Era el poema más bello
que he leído,
desde entonces ella
es mi musa.
Regreso siempre a ese lugar
para volverla a contemplar,
poder ver a afrodita
desde la lejanía.
Me regocijo al ver tan
bella valquiria,
tan preciosa gema,
esa gran maravilla.
Una chica cuyos ojos
Son cafés como el Jasper,
de ese café que te embriaga
toda la noche y no deja dormir.
Una sonrisa que su belleza
solo se le compara
la de un amanecer
contra las montañas.
Una figura tan bella
que pareciera
que hubieses visto
un ángel.
Un pelo tan suave
como el terciopelo
que si pudieras
acariciarías hasta
el anochecer.
Más lista que
cualquier otra,
mujer que
pudieras encontrar.
con un corazón
tan gran que en
el mundo no cabe.
Un alma indescriptible,
Su belleza es tal
que pareciera enamorar
de un susto al corazón
sin esperar
que ha de suceder.