PERDONAR
El perdón es medicina para el alma
de personas que padecen de rencor,
que se esparce oscureciendo el interior.
Es la luz que reaparece con el alba.
El rencor es mantener en el encierro
al que sufre la condena de tu juicio,
perdonar es liberar de aquél suplicio,
para luego, ver que fuiste el prisionero.
Perdonar no es olvidar si más razón.
No es del débil, es ganar en fortaleza,
pues, perdonas al hacerte la promesa
de que sanas aprendiendo una lección.
El que arrastra los pedazos del pasado
pretendiendo pasos firmes sobre el suelo,
es igual que aquel que bebe su veneno
esperando ver al otro desahuciado.
Perdonar al que te hirió con su cinismo,
al que abrió, sin escarmiento, tus heridas;
es hallar la sanación para tu vida.
Pero empieza perdonándote a ti mismo.