Noche agonizante
imposible atrapar el sueño.
Tengo un hombre atravesando mi corazón,
su nombre pegado en mi garganta,
su presencia naufragando mis venas.
¡Ay si pudiera!
¡Ay si pudiera!
le diría - bájate de mí,
haz stus maletas, vete,
pero tengo un hombre
colgado en las cornisas del alma,
cosido a mi boca,
atrapado entre piel y carne.
¡Ay si pudiera!
le diría – suéltate de mí
aléjate, corre,
pero tengo un hombre
anidado en mi vientre,
enredado entre las piernas.
Murió la noche
el sueño con ella,
y mi hombre
duerme sobre mi pecho,
dentro de mí,
y yo…
yo en vela.