En una vecindad de la ciudad de México.
-mamita te traje tu desayuno.
-lárgate de aquí, niña mocosa.
-es que ya es muy tarde
y aún no has desayunado.
-déjame en paz,niña impertinente,
no ves que se fue muy tarde
el ultimo de mis clientes.
esta muy bien mamita descansa,
mientras yo friego el piso.
-...y que quede muy limpio,
sino una golpiza te propino
Asustada y llorando,
a su madre dejó descansar,
la hija de la ramera
la más buena de la vecindad.
-cuando sea jovencita
trabajaré igual que mamá,
asi ella ya podrá descansar,
solo una cosa espero
que cuando me llegue a embarazar,
a mis hijitos
nunca los voy a golpear.
Y asi se quedo llorando,
la niña de la vecindad,
pensando que cuando sea grande
será la mejor ramera del lugar.
Yolanda Barry.