Fue una noche de encuentro, como le llamaste tú,
Realmente me dio gusto verte feliz y sin heridas y con el corazón batiente,
Yo como siempre, andaba de letra en letra, buscándole sonido a la H muda,
Me invitaste un café, luego fue un vino, para terminar en el vodka, como en las noches de ayer.
No acostumbro a volver sobre mis pasos, cuando un amor se va, lo dejo que vuele alto,
Yo lo hago en sentido contrario y dejo que los vientos desaparezcan las nubes negras,
Pero esa noche traía la guardia abajo y la verdad, lucias tan bella, que ni cuenta me di,
De la intención de tus seducciones y del tristemente negro plan de venganza de tu corazón.
No recordaba muchas de las cosas que en medio de la bohemia contabas de mis culpas,
Solo recordaba que fue una relación bella, pero que te habías ido de la peor manera y sin avisar,
Después de reconocer tu error supe que me buscaste hasta el cansancio y yo ya estaba lejos
Me fui por ahí, caminando para ahogar el dolor de tu partida y lo logre.
Ahora parecías diferente y realmente lo eras, estabas fatal; tenías todo lo que amo de una mujer
Traías lo que le podía pedir a una noche como esta, sabias donde encontrarme y como hacerlo.
Cual detalle de mi vida podías desconocer, si te lo di todo sin reservas, cambie mi vida por la tuya
Fui de ti, lo que siempre soñaste y tú de mí, TODO mi mundo y la fuerza para girarlo.
Pero también fuiste el adiós, con muchas lágrimas y dolor, en un vaso de vino diario,
El óleo olvidado en el caballete y sin terminar, con dos lágrimas en la mejilla, como beso,
Fuiste aquella tempestad en día soleado que termino de madrugada y me dejo llorando
Fuiste lo que no quisiste ser y lo que yo no esperaba, lo mejor de tú amor, fue tu paetida.
Ahora que regresas, yo no sé para qué, solo pido fuerza al corazón,
Para no traspasar la puerta estrecha de tus seducciones, pido a cupido me salve,
Que me deje salir corriendo con la flecha hundida en mi pasado y no volver a bailar es vals:
Le pido al viento mariposa de ensueño, que te lleve lejos y te haga feliz en tus delirios y venganzas.
LENNOX,
EL QUETZAL EN VUELO