Cada paso dado me hunde en el desacierto de mi piso
Un piso hecho de nubes densas y de llanto...
Pasos cansados, ingenuos, desgastados e inquietos,
Pasos sobre la nada de mis deseos
En el oscuro atardecer de un día sin resultados;
Si, estoy cansada de mirar un universo frío,
De casi caer tan lentamente sobre un suelo
Lleno de incertidumbre sin sentido
Y como el viento efímero, a veces cálido,
Que solo me deja sentir y después me abandona
En un desierto tan llano y tan extenso,
Sin límites, lleno de arena, pero tan vacío
Y siento el eco de mi propia voz y el de mi cuerpo...
Si estoy escuchando voces tan extrañas
Aquellas que apenas levemente tocaron a mi puerta
las sentí como el sonar de una pequeña cascada
Y su murmullo apenas a mí me llega,
Mojándome su rocío que apenas lo percibo,
Como percibo mis recuerdos ya lejanos
Si tan lejanos como mar revuelto y tan ajeno,
Donde lucho por salir, las fuerzas me abandonan,
Como si fuese un muñeco sin brazos
O como si apenas los tuviese puestos
Sin movimientos y aunque me esfuerzo
Se quedan allí tan adentro y me pierdo como ellos
DOMOTA