Aún te hallo,ciudad,
aún encuentro lo sublime
en tus escondidas
y angostas calles;
aún hallo palmeras erguidas
junto a tus casas acomodadas
con verdes y amplios
jardines resguardados
por muros empedrados;
aún hallo tu primavera
que se viste de crepúsculo
y resolana;aún descubro
lo apacible cuando
ando sobre tu asfalto;
aún me sorprende
tu luna vespertina
que coquetea con la montaña
que se eleva frente a ti;
aún te hallo,ciudad,
y percibo que no todo
es hostilidad,aún crecen
flores en tu suelo de concreto.