De qué sirvió tu preciosa sonrisa;
Si mataste tu vida ahí con tus excesos;
Si por vivir al filo de todo y de prisa
vendiste tu alma como quien vende besos.
De qué sirvió aquella gracia invasora;
si invadiste de pronto lo que solo era sombra;
si me dejaste aquí el alma con la fiebre opresora
y la sed de mirarte con la voz que hoy te nombra.
Me has dejado las penas que querías dejarme
y me apegué a tus ojos como a dos palomas
ahí que me matabas como querías matarme
como hoy que me embriagas con esos aromas.
Creíste que andando a la sombra de todo,
ibas a ganarle al descuido a la vida
¡mírate y ahora estás llena de lodo
y tu vida, tu vida está casi perdida.!
Has jugado con fuego, con los corazones
de aquellos que vieron en ti una princesa,
Y ahora que buscas no existen razones
¡Ya no eres motivo, eres tan sólo presa!
La vida da vueltas y cobra facturas,
Ayer te reías de hacer lo que hacías
Ahora que vives en estas torturas..
¡Sonríe princesa matiza tus días.!