Libertad de amar, de sentir, de soñar,
libertad de acariciar...
Libertad de tocar tus bordes
y de deseo explotar.
Nada está escrito en el mapa del amor,
todo sucede libremente, sin ataduras, ni censuras.
Yo lo amaba,
amaba como él me atraía mostrando
en su piel tatuajes,
tatuajes de mi nombre impresos,
y cómo me arrullaba con su embeleso.
En su alma se plasmó mi ser,
¡Él me hizo sentir la belleza de ser mujer!
Y lo amé como a ninguno,
y me fundí con su piel,
y los dos nos hicimos uno;
un solo mundo de placer,
de amor, de libertad de amar…
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos