En la noche apacible y silenciosa
se despiertan los sentidos ardorosos
convirtiendo mi cuerpo en una prosa
con tus roces y aliento caluroso.
Y al momento tus caricias me enloquecen
desdoblando mi ternura en pasiones
y tus palabras dulces que me mecen
en un columpio de locas sensaciones.
Tu viento huracanado me mantiene
en la cumbre del delirio y erotismo
y el susurro de tu voz en mi oído.
Es corriente que en tu brisa me sostiene…
Reposado momento en tus brazos
me entregas con lo tierno de tus besos.