Descubre en el tiempo tu vida, la fresca mañana que te ilumina. Habré los espacios que frágiles se muestran, para no perder el entusiasmo a la vida.
No pierdas el tiempo que transita, raudo por las veredas que contaminan, tus sueños y dichas del cada día.
Lucha en el día a día... no te rindas, se fuerte, porque Dios esta en tu vida, que como Padre amoroso te cobija en cada oración que le prodigas.
Que en el tiempo en que tu vejez consuma tu energía, sigue luchando por preservar tu vida, da gracias del día a día, que aunque la oscuridad te consuma, agradece al padre y tu familia por ese amor entregado, en el día a día.