En la mañana que despierta,
a ti mi Dios único invoco ,
se que existes no me equivoco,
ya que si estoy vivo,
y siendo yo tan poco,
cuando duerme mi cuerpo,
y tu cuidas de mi alma,
y como acaricia el viento,
tu me llenas de calma,
aún cuando he desviado el camino,
cayendo en la corriente,
me vigilas desde la orilla,
Salvandome muy Clemente,
como no darte gracias ,
como no Bendecir tu Nombre,
como no pedir tu ayuda,
Dios de los poetas,
que jamás su rostro esconde,
al que con sincera plegaria,
le busca y le invoca,
gracias Mi Creador ,
que a mi corazón responde.