«Los venezolanos sometidos a penurias socialistas ya no leen, pero uno de mis libros de cuentos, Perversos, le sirvió a una amiga en Caracas para defenderse de un esbirro durante una protesta que fue reprimida brutalmente: lo enfrentó golpeándole la escopeta lanzagranadas con la cual disparaba bombas tóxicas, luego el casco. Ella escapó ilesa, el policía guardó mi texto»
(Alberto JIMÉNEZ URE)