Turbios los besos rotos los brazos caen en tu pecho
como dejando caer las ganas de amores llantos ajenos
Cansados de pares sueños de dos en dos por las tardes
las flores se mueren sordas de esperar la lluvia en tu aliento
En tinta negra te espero para lamer mi castigo
sembrando cartas en pieles de espeso estigma tallado
Se secaron de esperarte mil centuriones alados
que esperaban lengua y alma cortadas en tus entrañas
Se fueron ciegos de suerte el verdor y el amanecer
y ni se mueven por ti ya muertos sangran de sed
Maldito el cruel cinturón que de tu blusa amarrada
ciego me azota las ganas de tus cabellos rosados
Canciones de viernes santo, cien mariposas atadas
doce martirios y un saco de maldiciones robadas
es lo que tengo en mi alma muerta de tanto esperar
tu mirada