Bajo las acacias del viejo Madrid
junto a una ventana , suspira una mujer
tiemblan en la noche callada, farolillos de papel
en la penumbra sonríe el viento
canta la aurora al amanecer,
una rosa cayó de los lábios
un beso roto que yo te robé...
Y a lo lejos suena, la voz del sereno
en la noche silenciosa, diciendo ¡ Va !
golpeando con su bastón, en la calle empedrá
y como brillan las piedras
parecen de cristal,con la niebla de la noche
se refleja tu mirá, a la tenue luz de las farolas
donde suspirando está la madrugá,
suena a lo lejos un organillo, meláncolicas notas dá,
como brilla la luz de la taberna
humea en la taza el negro café
un poeta en un rincón escribe
hermosos poemas a una mujer
¡ bendito corazón, que es emblema !
y estandarte de un queré,
donde queda prendida una copla
que yo nunca olvidaré,
cala el frío hasta los huesos
curiosa la noche me mira al pasar
con mi vieja capa, ya bastante remendá
la pobreza es el dinero, que no se sabe gastar...
Bajo las acacias del viejo Madrid
yo voy paseando mi soledad
mientras tiemblan los farolillos
suspira mi alma, en esta vieja ciudad,
reliquia y recuerdos, que navegando van
junto a una ventana suspira una mujer
mientras tiemblan en la noche
farolillos de papel...
Los poetas somos, los que hacemos,
que las fantasías y sueños se hagan realidad...