Sutil susurro de abejas que liban
el aroma de los cálidos vientos,
que llevan en sus ingrávidas alas
el color de mis sueños;
dorado rumor de etéreas libélulas,
con sus alas beben el suave céfiro,
en el terciopelo de su danza van
mis tristes pensamientos;
lene frisar de áureas mariposas
que besan la frescura del silencio,
en sus iridiscentes alas llevan
el dolor de mi pecho;
abejas, libélulas, mariposas,
si queréis que no sienta lo que siento,
liberaos de vuestras lábiles alas
y huid fuera del tiempo.