EL QUETZAL EN VUELO

LA NOSTALGIA DE LOS AÑOS, EN UN ANIVERSARIO

 

Amigo en la cercanía, compañero en la lucha y hermano en la distancia,
Fuimos dos piedras que rodando se encontraron y vivimos experiencias únicas,
La noche nos cubrió con su bohemia y las nostalgias iluminaron tu canto;
Fuimos rebeldes de mil causas y abrazamos siempre al porvenir incierto.

 

Los caminos, en algún momento bifurcan la compañía, pero unen los destinos,
Tú te fuiste siguiendo un sueño, una utopía, yo marche tras otros fracasos,
Continúe destrozando mis sueños y armando realidades ajenas y propias,
Ahora, al paso del tiempo, diviso en el horizonte las huellas del otoño.

 

En Nuestros rostros, están marcados los miles de caminos que transitamos,
Y  nuestras cabelleras, cubiertas de escarcha, retienen en sus hilos de plata los años.
Nuestros pies marchan lerdos, sin abandonar la ruta, ni ausentarse en la protesta,
Seguimos escuchando y cantando aquella canción con la que ayer, nos embriagaba la noche.

 

Encontrarnos fue un milagro de la vida, juntar dos rocas para hacer un fortín,
Juntar mis poemas con tu canción, solo a Dios se le puede ocurrir,
Solo la noche nos podía juntar a cantar, a componer, a agitar, a solidarizarnos,
Aquel tu  canto y ese vino de ayer lograron colmar de risas nuestra juventud.

 

Juntarnos y separarnos solo es una estrofa de nuestra canción, de nuestro encuentro,
Porque dos amigos que se hacen hermanos se precisan en cualquier momento,
Se acercan en cualquier tarde y siempre están presentes, aunque se encuentren distantes;
Porque si esta fraternidad, es cosa de Dios, que sea la misma vida quien junte nuestras risas.

 

Decir amigo, hermano o compañero  a una edad   como la nuestra, era fácil y necesario,
Pero decir hermano a estas alturas de la canción, es seguir conservando el tono,
Bien afinada las cuerdas del corazón, entonada la utopía e intacta la convicción
Para ponerle letra a  la canción, que hoy adorna la nostalgia de los años, en este aniversario.

 

LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO