Se soltó el pelo,
lo dejo volar con el viento,
renegó a lo que llevaba por dentro,
dejo de sujetarse a fantasmas sin proyectos
cuyo único propósito era robarle el sueño.
Desgrano sus miedos como se desgranan los gandules antes de cocerlo.
Como se desamarra la mañana de la confusión de la noche seca.
Como se desliga la humedad de un vientre inerte.
Se desencadeno de desgracias generacionales
que no le pertenecían, no supo cómo lógralo-
solamente sabe que lo intentaría.
Desato oportunidades atadas en el cinismo,
Desabrocho la sabrosura que su locura le designo,
Desenlazó por su paso un imán de energías, y
retomo como principal trabajo—encontrar su autonomía.
Dicen que para encontrar la paz tienes que navegar con demonios,
Dicen que para entender el amor hay que acostarse con el odio,
Dicen que a la mujer estéril la vida le la sobrinos,
Dicen que solo el limpio entiende lo que esta sucio.
Ella viviendo en valles toda su vida,
mirando montañas sin tener como subirlas,
mirando a la luna brillar a lo oscuro,
habiéndole visto la cara a un propio demonio,
su luz interna brillando menos,
un día al viento clamo con recelo,
en voz alta reto al universo;
ya harta de ciclos sin progreso
se tiró al suelo en su mismo desierto..,
grito, grito y proclamo ¡que ese sería el último día de sufrimiento!
Desde ese día cuentan aquellos que por ahí estuvieron
que la Mujer Sufrida le robo la luz al universo…
LeydisProse
5/13/2019
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