Aquello que duerme en los cajones
donde nada se acerca a despertarlo
me habla diciéndome donde estandarte
puedo buscar entre la niebla.
Yo escucho un gato negro a mí llamándome
yo escucho al Nietzsche de Ospina
que un canto muriente compusiera
y a Borges en una partida de ajedrez interminable
y su no partir en la quimera
donde todo es cenizas
añorando para sí revertir esa tendencia.
Y mientras eso escucho
tres leones vierten chorros de agua
y me recuerdan como toda gira interminable
sin deber por ello preocuparme
porque cada uno en su imagen de Dios gira
y mi imagen marcha y bien conozco
señalándome un punto lejano entre la aurora.
CIBORG - MR