tu no eras de este mundo, eras especial.
tu no eras terranal, eras celestial.
todo lo tuyo reflejaba amor, misericordia.
tu eras una Biblia viva; tus obras, sus paginas abiertas.
viniste al mundo a entregar lo que las gentes
jamas lograron nunca aceptar: la verdad,
esa verdad que no solamente estaba en tus dichos, sino que en tus hechos.
tu demostraste amor, pero el mundo te dio desamor,
y y en su mirada, el puñal desenvainado de la traicion.
te traicionaron y sin piedad contra ti se ensañaron.
hicieron lo que quisieron contigo;
pero de tus labios jamas salieron palabras de juicio,
solo esa misericordia que hasta el dia de hoy retumba en el corazon.
y en estos tiempos tan tenebrosos aun puedo ver tu luz de salvacion,
colmando al corazon de las gentes de paz y de amor.