Murialdo Chicaiza

SANGOLQUÍ DE CALLEJUELAS

Vas con tus hojas al viento

y tus montañas azules

con tu maíz verde y puro

camino de las alturas.

 

Sangolquí de callejuelas

por donde mis pasos cruzan

llevando tus añoranzas

mil romances y alegrías.

 

El Cotopaxi te mira

con su presencia de nieve

tendida en luz y verdor

en tu esplendor germinado.

 

En la flor el colibrí

llena de néctar su pico

mientras los átomos danzan

un azul canto del alma.

 

Un chagra cruza la calle

en su alma una pena llora,

lleva guitarra y un canto

para su amada lejana.

 

Pero su amada le ignora

no sabe del desencanto

de aquel amor ya olvidado

lejos, allende los Andes.

 

Un resplandor nace en tí:

la luz de cada mañana,

de tu ser un sol espanta

el temor de toda sombra.

 

Aún mis pasos recorren

Sangolquí tus callejuelas,

entre tus viejas casonas

morará mi amor errante.