El, aun solitario y perdido, viaja sin nombre en la frontera de las páginas y el pensamiento.
Derramándose en forma de letras por aquellas páginas, dejando pequeños jirones de si en cada una...
Perdiendose cada dia mas en el mundo de las páginas, donde alguna vez fue y donde podra seguir siendo.
Alejándose a cada segundo del pensamiento que lo rige y le guía en aquel solitario camino...
Aclarándole a cada paso que aquel que escribió aquello ya no es el, que en esas páginas solo quedan sombras de lo que alguna vez fue y no hace falta leer una sola palabra de ellas.
El, aun solitario, perdido e indeciso, aun sin nombre se deja convencer por el pensamiento, pero sigue pasando sus dedos por las hojas...
Por miedo a perderse, a dejar de ser quien era, con un miedo palpable a desaparecer si se aleja de aquellos vestigios de lo que una vez fue pero ya nunca sera...