Estoy muy triste,
el mundo se desploma,
es decadente.
Destilan odio
hermanos entre sí,
y hasta se agreden
En la distancia
se ve el amor, muy lejos,
como se pierde.
No entiendo nada.
¿Por qué se odian los hombres?
¿Por qué no hay paz?
Todos opinan.
Todos tienen razón.
Ninguno se equivoca.
Y yo, cual tonto,
como no entiendo nada
lloro en silencio.
Aunque en el fondo
la envidia y la avaricia
son la respuesta.
¡Cuánta miseria
se cuela en nuestras almas,
y esto no es justo!
Quiero gritar
dejar una denuncia
con estos versos.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/04/19