Juan Senda

CLAMOR POR MI TORMENTO

CLAMOR POR MI TORMENTO

 

Por la musa de mis ojos

 

por haberla conocido,

 

aquel momento de luna

 

aquel momento divino.

 

 Pues querida semifusa

 

después lo que yo he sufrido,

 

pasaste a ser mi tormento

 

 cual tesoro más querido;

 

 no cesaba de pensarte,

 

 y de  llamarte  amor mío

 

 locura de mis pesares,

 

 y mi amado paraíso.

 

La maga y dueña del verso

 

escribana con su estilo;

 

mas dentro de mi silencio

 

te miraba al escondido

 

y en esto eras mi tormento,

 

sacrificio y gran martirio,

 

por sepultarme tus ojos

 

al más fondo del abismo.

 

 

Pues padecía yo  tanto

 

demencia de amor en vivo,

 

y enjambres de enajenado,

 

borrascas que yo he vivido

 

por no tenerte a mi lado

 

y fueses el amor mío,

 

y la mujer más amada

 

y yo para ti lo mismo,

 

y darme tu blanda boca

 

para ese beso infinito

 

con mis ojos en tus ojos

 

y tus labios y los míos,

 

gozando la plena gloria

 

sin importarnos morirnos,

 

pero una sombra ha borrado

 

lo que tú y yo sentíamos,

 

profundo sentía amarte

 

cuando pues no te tenía,

 

y tu cuanto  te  alejabas

 

yo solo por mi camino,

 

perdiéndote en la distancia

 

y mis ojos muy tristecillos

 

y ya me sentía paria,

 

y el más hambriento mendigo,

 

bajo un suplicio amoroso

 

de cinco siglos vividos,

 

llorando por mi amada

 

en solitario y cautivo;

 

así viví mi tormento

 

así viví mi martirio

 

y el temporal más cruento

 

que sólo yo he padecido

 

por amarte tanto y tanto

 

he llegado a estar sumido

 

hasta llegue a delirar

 

 

por no tenerte conmigo.