El tiempo pasando va
y la noche oscura llegó
al corazón
de quien buscando la luz va.
Peregrina, errante, vengo a ti
cargando con el dolor
de la musa que un día vivió
en este corazón, hoy tan solo y seco de amor.
Ella desapareció, dejando desolación
Y en ruinas el corazón,
donde las tinieblas habitan hoy.
¿Podré sentir alguna vez amor?
Esa bella emoción del ayer
que a mi vida dio todo el impulso
llenándola de color.
¿Por qué mis tinieblas hoy tan grandes son?
Dímelo tú, luna de Xelajú,
tú que acompañas hoy mi tristeza
regalándome tu esplendor.
En el cielo esperanza das
de que la aurora por fin llegará,
en el cielo razón das
a estos versos, que son oración.
Hoy tu luz de plata
que hace esta noche más grata
hace que en mí renazca
la fuerza para vivir.
Contigo no hay noche oscura
porque presagias la aurora
y me das hoy la certeza
de que el amanecer llegará.
Quiero vivir siguiendo tu luz,
poner el color que da la ilusión,
volver a soñar un día mejor,
volver a reír con todo candor,
volver a canta,r volver a querer,
el dolor vencer con fuerza y valor,
volver a luchar con todo mi ser,
con todo mi amor.
Contigo podré el camino encontrar,
poner el color que da la ilusión,
volver a soñar un día mejor,
volver a reír con todo candor,
volver a cantar, volver a querer,
el dolor vencer con fuerza y valor,
volver a luchar con todo mi ser,
con todo mi amor.
La oscuridad que habita en mí
jamás opacará tu resplandor
porque tu luz es mayor,
luna, luna de amor.
Y es que el amor me hace saber
que tú, luna de Xelajú
me acompañarás
en mi caminar.
Tú que bailas en las noches
Con el viento y las estrellas
Tú que inspiras a poetas.
Las poesías más bellas.
Me has llenado el corazón.
Y aunque peregrina soy
caminando contigo voy.
He vencido el temor
con tu resplandor,
Luna de mi Xelajú.