Philo-posia

Bertha

Vivía bastándose a sí misma, sin cargarse de cosas superfluas, con su inevitable  e irresoluble propensión a la metonimia. Llevaba a cuestas decisiones en la vida que, como la muerte, son indisolubles. Un día, pensó en su vida, y cual artista abandonado por las musas dirigiendo la mirada a su obra inconclusa,  se dio cuenta que \"una vida sin examen no tiene objeto vivirla para el hombre\". Pero, como dirían los estoicos, poco importa que nos encontremos a un codo o a 500 brazas por debajo del agua, no por ello estamos menos ahogados.