Poeta de la gente sencilla
que labra su estrella en el asfalto,
guerrero valiente, adusto infante
te alzas desnudo y sin temores...
en tu canto descuidado
de rastrojos.
Eres la voz de todo un pueblo...
de la gente humilde y soberana,
la fontana cristalina...
donde bebe sin temores,
el hombre... que se sabe,
y sueña libre...
en el cáliz desasido
de sus ojos.