Aquí estoy, observandote, detrás de las murallas que forma la gente, detrás de las paredes que separan nuestro mirar, me escondo detrás de los árboles para poderme deleitar con tu estupendo actuar. Desde aquí he logrado saber cosas de ti y es muy interesante, la forma en la que caminas y la forma en la que miras ¿o es acaso este gusto el que hace que te encuentre de maravilla? no lo sé, tampoco quiero saberlo, me basta mirarte no más desde aquí, desde lo lejos.
Aunque si te digo la verdad, te estoy mintiendo. No me basta con mirarte, quiero sentirte dentro, quiero experimentar cada efímero momento, no importa si eres dañino yo me tomo ese riesgo, quiero conocerte y saber tus miedos, que te causa risa o que esperas del universo, quiero que me cuentes cada cosa obsoleta, te aseguro cariño que te escucharé con paciencia, pero de nada vale imaginarme esta escena, yo a ti ni te hablo y tú estás ignorante a mi existencia, quizá mejor me olvidó de ti, o mejor aún, de lo que suelo imaginarme de ti.