Soy amante de tu voz
sagrada, sollozante.
Amante soy de tus manos
suaves y temblorosas,
de tus caricias tibias,
de tus cabellos blancos.
Amante de tus ojos negros
que leen entre lineas mis silencios
que comprenden todo y callan.
Soy amante de tus tantos años
de los consejos sabios,
de tu juventud cansada
de tus recuerdos y tus olvidos
de tu sangre que también es la mía.
Soy amante de cada nota de tu esencia
lo único de ti que no soporto
es tu repentina ausencia.