Resplandeciente estrella de oro y ámbar,
tu luz irradia la verde pradera,
áurea lágrima de la primavera
que rocía el terciopelo esmeralda.
Emerges primorosa y solitaria
como una garrida dama señera,
eres la más hermosa mensajera
de los amenos prados de Osimara.
Son tus pétalos fulgente luz gualda
que rutila como esplendente hoguera,
de la gota de sol llama certera
y resplandeciente estrella dorada.
Radiantes perlas besan en el alba
tu frágil y sedosa cabellera
y te yergues grácil y lisonjera
en el suave esplendor de la mañana.