A decir verdad,
No podría haber poesía en mis letras
Si me alejan de tus ojos,
Envejecerían y se marchitaría mis sueños
Si tu boca, que es la fuente de todos
Mis pecados me faltarían.
Mi piel ajada por tus pequeñas manos
Dejarían de sudar si acaso lo privaran
De las maravillosas noches
De fuego y pasión que supimos encender.
Por eso amor, amémonos lentamente esta noche
Que no tengan prisa tus deseos,
Ocúltate entre mis brazos, fúndete en mi pecho
Ocupa todos mis espacios y conquista mi corazón
Una y otra, y otra vez, en fin,
Tantas veces como tus labios
Sean capaces de pronunciar te amo.
Olvídenos por unas horas
Que a dos pasos de nuestra habitación
Hay un mundo que no detiene su andar,
Dejemos que la mañana nos encuentre desnudos,
Exhausto Y desvelados, y no seremos culpables
Si por causa de este desenfrenado amor
La noche murió y no nos dimos cuenta,
Y nadie podrá hacernos responsables
De acelerar las horas con el loco latir
De nuestros corazones.
A decir verdad, nada importa tanto
Más que este sentimiento
Que por las noches nos transporta
A cielos inalcanzables
Para los que no saben amar.