De las cenizas de mi corazón
renaces como un ave fénix
Intente extinguirte,
dejé que las llamas convirtieran
tu recuerdo en brasas
pero no te apagué.
Hoy llega el soplo de la remembranza
y ardes en mi interior con más ganas,
Me quemo por ir a buscarte
pero eres un fuego abrasador
que puede causar mi extinción.
Me arde el alma por no tenerte cerca
quisiera que lo supieras.
Eres un fuego ardiente
y mi mente te pertenece.
¿Un día te apagaras para siempre?