Y nos encontramos ahí, mirando el cielo.
Me preguntó si observaba lo mismo,
por intuición le dije que sí y me sonrió.
Seguimos perdiéndonos en la inmensidad.
Sus razones se veían en su profunda mirada.
No necesitaba decirme nada,yo ya lo sabía.
Seguíamos buscando una respuesta a la eternidad.
\"Entre amor y locura, siempre termino en los extremos\",
me lo dijo con tanta melancolía y franqueza
\"Y en cada estado de ánimo me termino perdiendo\",
le contesté instintivamente con la misma tristeza.
Por primera vez, volteó a mirarme fijamente.
Podría jurar que esa mirada ya la conocía,
en otro tiempo, en otro espacio, en otro cuerpo.
Y permanecíamos ahí, mirando el cielo.
De repente se acercó más y susurro en mí oído.
Cuando parecía que ya no volvería a hablarme.
Delicadamente se metió en mis pensamientos,
y en cada uno de ellos continuo diciendo:
\"Soy tú , tú eres yo\".
-Adriana