Se acabó el silencio que giraba,
en su entorno tan lleno de tensión.
Se acabó la magia que miraba.
Se extinguió dentro del corazón.
No había manera de deshacer lo andado.
Él, a la suerte de esa noche maldecía;
Dejando atrás la puerta sin candado
¡Ellos sabían que el amor no volvería!
Gritaba el claro de la luna el acabose
Y lo dejaba anegarse ahí en sus ojos apagados
…Dos murieron además en esa noche fría
Se fue el amor, la razón quién la conoce
Se quedó el alma con nudos atrapados
…Murió también la Esperanza y la Alegría.