Hoy me dices que tienes un amante
que te hace el amor como los dioses
que remueve tu tierra con su arado
y te colma los surcos de simiente.
Hoy me cuentas que es un hombre joven
culto, fuerte, simpático, potente
que te eleva de un vuelo a las estrellas
que te hace temblar en su aquelarre.
Es muy fácil quererte y desearte
y colgarse de ti y enamorarse,
eres una mujer de sangre y fuego
una diosa de amor, un mundo aparte,
pero llorar de amor entre tus brazos
y temblar de ternura entre tus piernas
y reír, y cantar, bailar desnudos
y ascender hacia dios sin escaleras
y sentir como el alma se deshace
y morir de placer en un abrazo
solo tu, solo yo, solo nosotros
lo podemos vivir labio con labio.