Eric Rancol González

CULPA

Caminabas sin propósitos

ante mis ojos soñadores.

Reflejabas cruel belleza

ante mis labios inconformes

que exigían total valentía

a la quietud de una propuesta.

¡Quiero conocer tus besos!

¡Quisiera dormir en tus labios!

Faltó la ira de un grito desesperado,

faltaron decibeles a los consejos

que mis esperanzas mostraban

para enaltecer mi ímpetu

y dibujar la respuesta de mis nervios

cuando tu llegada se avecinaba.

Me faltó confiar en mis palabras,

y tomando otro camino me alejé de lo posible

para terminar abrazando una nostalgia.

¡Quiero conocer tus besos!

¡Quisiera dormir en tus labios!

¡Qué tarde llegó mi desesperación,

la necesidad de confesarme!

Caminabas sin propósitos

ante mis ojos soñadores,

y todavía por ti sueñan

pero ya les advertí que jamás

lograrán que percibas en ellos,

aquellas lágrimas internas

que hoy brotan de la culpa.